¿Qué les parece si hoy dedicamos unos minutitos a hablar sobre algunos materiales textiles que utilizamos diariamente? Ya sea que los usemos en nuestra ropa, casa, cama, pelo, adornos o simplemente porque muchas de nosotras trabajamos con ellos, seguramente nos parece normal tenerlos en nuestras manos, pero todos ellos tienen su origen, su historia y su propia evolución junto al ser humano desde que éste existe sobre la tierra.
Las invito entonces a conocer una de las actividades más antiguas del hombre, el uso de fibras naturales motivado por la necesidad de proteger su cuerpo del frío. Se han encontrado muestras arqueológicas de este tipo de fibras que datan del Paleolítico, donde los hombres y mujeres, habitantes de las cavernas, se cubrían con pieles de animales cosidas con agujas hechas de hueso. Maravilloso, ¿verdad?
Actualmente se han desarrollado miles de tejidos sintéticos, obtenidos principalmente de derivados del petróleo, pero al margen de ser contaminantes, ninguno ha logrado competir con la calidad de las fibras naturales.
Veamos entonces cuatro de las principales fibras que nunca han perdido vigencia y que por el contrario son altamente cotizadas y utilizadas en la actualidad. Por supuesto, solo las más importantes, tampoco queremos convertirnos en especialistas en fibras, solo recordarlas y valorarlas:
Lino:
Es la fibra textil más antigua de la historia, usada ya en Turquía hace más de 7000 años. Proviene de una planta que los egipcios igualmente supieron cultivar y aprovechar en sus ropas, cortinas y velas de barcos. Todas sabemos de las vendas de lino, capas y capas que cubrían las momias de los faraones en sus sarcófagos.
El lino es una de las telas más nobles y apreciadas en la industria de la moda, debido a su gran capacidad para absorber y liberar humedad, sumado a la fuerza y resistencia del tejido. También ha tenido gran éxito en la industria de la mantelería fina.
Algodón:
Está compuesto por celulosa pura, en forma de motas blancas que surge alrededor de las semillas de la planta.
En América, el algodón crecía ya como planta nativa en los tiempos de los conquistadores españoles. Hernán Cortés menciona que lo encontró en México y se sabe que mayas e incas lo utilizaban en su vestuario.
Se cultiva en la actualidad especialmente en México, Perú, EEUU, India y Pakistán, siendo empleado en la elaboración de todo tipo de ropa, lencería, toallas y ropa de cama.
Entre sus múltiples cualidades destaca por ser suave, absorbente y transpirable.
Lana:
Se origina a partir de la piel de algunos animales como oveja, llama, vicuña y alpaca, pasando por distintos procesos de tratamiento antes de llegar a nuestras manos tales como: esquila, lavado, hilado y teñido.
Es una fibra gruesa que retiene el calor y además elástica por lo que tiende a conservar su forma, por lo que la usamos para protegernos del frío y además es utilizada para fabricar alfombras, rellenos de almohadas y colchones.
Seda:
Esta extraordinaria fibra natural es producida por larvas de insectos antes que completen su metamorfosis. Tiene un origen muy antiguo, aproximadamente el año 3000 AC en China, donde se descubrió que los gusanos que se alimentaban de hojas de morera producían unos capullos de fibra sedosa y brillante.
Ya en el año 139 AC se había creado la mayor ruta comercial desde el este de China hasta el Mar Mediterráneo, bautizada como la “Ruta de la Seda”.
Es uno de los tejidos más suaves y bellos que existen porque refleja la luz, tiene mucho brillo, un tacto seco e incluso es hipoalergénico.
Se usa especialmente en prendas de vestir, tapicería, telas de paracaídas y tapices decorativos.
Bueno queridas amigas, espero haberlas entretenido un ratito. Esa es mi intención en este blog, aprender, entretenerse y compartir.